Fue hace ya unos días cuando una amiga me dio la noticia: una amiga de nosotros había fallecido. Es terrible cuando una persona te da la noticia y ella me lo dijo con un nudo en la garganta, casi no escuchaba su voz y supongo que tenía lágrimas en los ojos. Me preguntó que si recordaba a nuestra amiga y no me enojó la pregunta ya que hace mucho tiempo, yo creo que hace unos 7 años que la había dejado de ver. Fuimos muy amigos en la secundaria pero una vez que nos graduamos sólo nos vimos en contadas ocasiones. Aún así es extraño pensar que nunca más la podré ver ni saber nada de su vida por que aunque uno deja de ver a una persona siempre se sabe algo gracias a otros amigos.
Es increíble cómo pasan los años... lo peor de todo y creo que fue aún más impactante que la noticia principal fue el saber que había fallecido en Septiembre del año pasado, ¡EN SEPTIEMBRE DEL AÑO PASADO! Mi amiga estaba furiosa con ella misma por que le había dejado de hablar tantos meses y la verdad es que ni siquiera el pretexto de que estaba en otro estado de la república cuenta ya que fácilmente le hubiera podido mandar un email a cualquier hora.
Sí, es el precio por pensar que podemos dejar todo para después. Es el precio por creer que tenemos todo el tiempo del mundo. Es el precio por hacernos a la idea de que siempre estamos ocupados; ¡Carajo! ¡¿cuánto tiempo te puede tomar escribir unas lineas a tus seres queridos?!
En fin, después de todo me ofrecí, como siempre, a regar la noticia por todos lados para que los demás amigos se enteraran. Me pidieron asistir a una misa de aniversario este fin de semana y pues iré. La verdad creo que va a ser un momento muy extraño ya que de no haber sido por nuestra fallecida amiga, no tendría la oportunidad de ver a compañeros que no he visto en años.
¿Me vestiré de negro?¿formal? Realmente no simpatizo con esos rituales pero... hay que respetar.
Creo que este momento ha hecho reflexionar a muchos amigos ya que siempre usamos el pretexto de no tener tiempo y estar siempre ocupados. Espero que por fin cambiemos y nos demos el tiempo para compartir nuestra vida una vez más, por los viejos tiempos...
¿No tienes que llamarle a alguien?
¿Qué esperas?
¿Qué esperas?